Venid un año más
Venid, un año más, después de dos mil años.
Venid a celebrar la Navidad.
De nuevo Dios está cerca, Dios se acerca.
De nuevo tenemos que acercarnos a los demás.
Tenemos que ir de nuevo a Belén.
Navidad es novedad.
De nuevo Dios está con nosotros.
Venid, vamos a celebrar la Navidad.
Debajo de tanto tinglado y folklore
como hemos montado, respira y vive un Niño
(a veces con tanto comercio y consumo, no le dejamos ni respirar),
está vivo un Niño que viene a salvarnos.
Venid, ¡esto hay que celebrarlo!
Navidad
La Navidad no se va ni se viene.
La Navidad es; permanece.
365 días al año de Navidad.
365 días de amor y paz.
Cada lágrima enjugada, Navidad.
Cada alegría compartida, Navidad.
Cada amistad ofrecida, Navidad.
Cada trabajo creado, Navidad.
Cada belicismo superado, Navidad.
Cada gesto de ternura, Navidad.
Cada encuentro y cada ayuda, Navidad.
No celebremos la Navidad sin más.
Seamos verdaderamente Navidad.
¿La Navidad sin Cristo?
Belén y Navidad es puro encanto,
por dentro y por fuera gozo pleno,
amor felicidad, ambiente ameno,
hermosos villancicos, todo canto.
La base de este ambiente limpio y santo
es Cristo, Dios y hombre, Jesús bueno,
nacido de María, en cuyo seno
surgió la luz, cesó el mal y el llanto.
La Navidad sin Cristo es un engaño,
camelo, falsedad, y fantasía.
Es fiesta toda chata, sin tamaño.
¡Oh cuánto mal supone y cuánto daño
vivir así, sin Cristo, sin María
en Navidad! ¡También durante el año!
Rufino Jesús Zavala
Llegó Navidad
Ya llegó Navidad, es un canto de paz,
un deseo de amor y de fraternidad.
Un abrazo de Dios para la humanidad.
Navidad es amor. Navidad, Navidad, Navidad.
Que se callen las guerras, que enmudezca el cañón.
Que la tierra se alegre porque nace el Señor.
Que sonrían los niños, que se acabe el horror,
que las manos se junten por un mundo mejor.
Donde brote una pena, donde crezca el dolor,
donde mueran los niños, donde falte el amor,
nacerá una semilla como estrella de paz,
brillará en nuestro cielo y será Navidad.
Alejandro Fernández
Ven, Jesús
Jesús que viniste y que vienes,
Jesús que naciste y que naces,
Jesús que estás con nosotros,
queremos darte gracias,
queremos darte la bienvenida,
queremos felicitarte la Navidad.
Jesús que cruzas el estrecho en una patera
llamando a las puertas de Europa,
Jesús que estás a la puerta
de nuestro corazón, llamando.
Queremos acogerte.
Queremos hacerte una cuna en nuestra casa,
con paja de felicidad y sencillez,
con madera de fraternidad, justicia y paz,
con pañales de amor y solidaridad,
iluminando la estancia con la verdad y la ternura.
Ven, Jesús. Ayúdanos. Amén
Lleno de Ti, Señor
Y Tú, Señor, naciendo, inesperado
en esta soledad del pecho mío.
Señor, mi corazón, lleno de frío,
¿en qué tibio rincón lo has transformado?.
¡Que de repente, Dios, entró tu arado
a romper el terrón de mi baldío!
Pude vivir estando tan vacío,
¡como no muero al verme tan colmado!
Lleno de Ti, Señor; aquí tu fuente
que vuelve a mi sus múltiples espejos
y abrillanta mis límites de hombre.
Y yo a tus pies, dejando humildemente
tres palabras traídas de muy lejos:
el oro, incienso y mirra de mi nombre.
José García Nieto